–Rebequita de mis corazones, diamantes, tréboles y picas, tengo decirte algo: ¡hoy no podré reunirme contigo! –Pero, ¿qué es lo que ocurre, Tobías de mi lápida aún no infrascripta? ¿Acaso te duele el maléolo interno de la tibia izquierda? ¿Acaso estás siendo perseguido, acuciado y acosado por una banda de vampiros financieros que quieren absorber… Seguir leyendo Por quién doblan los consorcios