Humor

¡Yo, Bonifacio!

Tiempo de lectura: ...

La tarde, otoñal. Un mate reconforta la vuelta a casa. Tal vez, un rato de buena lectura, o charla amena. O… la irrupción puberal irreverente y mordaz que caracteriza al protagonista de esta columna.
–¡Papa, papa!
–¿Qué pasa, Boni?
–¡Ay, pa, es que te volviste disortográfico, ahora? No te estaba llamando a vos. Si te hubiera llamado, habría dicho «papá» con acento en la «a», pero yo grité «Papa», con acento, en la a, pero en la

otra a.
–¿Y por qué gritaste «papa»? ¿Querés comer una tortilla?
–No te hagas el preconciliador conmigo, pa, que soy un joven del tercer milenio y me las sé todas, y las que no sé, ¡las gugleo!
–Boni, ¿qué te pasa que estás tan exultante?
–¡Que habemus papa, es argentinus, y no se llama Bonifacito, como yo!
–¿Y por qué se iba a llamar Bonifacito?
–Mirá, gracias a Internet me enteré de que ya hubo 9 papas que se llamaban Bonifacio y seguro que cuando eran chicos les decían Bonifacito… Y me dio miedo, porque si este papa se llamara así, como yo, cualquier cosa que haga, mis amigos me van a echar la culpa a mí. Pero ahora, la culpa de todo lo que pase la va a tener mi amigo Juampi.
–¡Pero el Papa se llama Francisco, no Juan Pablo.
–Eso no importa, pa, ¿no viste que los papas se cambian de nombre cuando asumen el papado?
–No entiendo nada, Boni, y me parece que vos, tampoco.
–Pa, eso no importa. Mirá, yo no entiendo nada, pero lo tengo al Gugl que me lo explica todo. En realidad me pregunto por qué el pontífice no se puso Gugl, o Feisbuk, así todos iban a creer que lo sabe todo.
–Pero Boni, ¡no es nombre para la cabeza de una Iglesia con más de 1.000 millones de fieles!
–Pa, Feisbuk también debe tener unos 1.000 millones de fieles y tiene el chat, que es como el nuevo confesionario.
–Boni, no seas blasfemo.
–¿Blasfemo? Jajajaja, qué buen nombre ese, nunca se me había ocurrido, ¿de dónde lo sacaste?, ¿quién se llamaba así?
–Boni, mejor cambiemos de tema.
–Está bien, pa, mirá, ya tenemos al mejor jugador de fútbol, a una reina, ahora un papa argentino. ¿Sabés lo que me preocupa?
–¿Qué?
–¡Mirá si el próximo presidente de Estados Unidos es argentino!

—Rudy

Estás leyendo:

Humor

¡Yo, Bonifacio!