14 de diciembre de 2023

Los países en desarrollo gastaron casi medio billón de dólares en el servicio de su deuda externa pública en 2022, canalizando fondos de necesidades de salud, educación y clima, y poniendo a los países más pobres en un riesgo creciente de «caer en una crisis de deuda», dijo ayer el Banco Mundial (BM). En su último Informe sobre la Deuda Internacional, el BM señala que los pagos de servicio de deuda -incluidos el capital y los intereses- aumentaron en 5% respecto al año anterior alcanzando el récord de U$S 443 mil 500 millones, en medio de la mayor alza de tasas de interés mundiales en cuatro décadas. Según el banco, los pagos podrían dispararse hasta 10% en 2023-2024. Los 75 países más pobres fueron los más afectados, según el informe. «Los niveles récord de deuda y las altas tasas de interés han puesto a muchos países en el camino hacia la crisis», sentenció Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial. Gill pidió una «acción rápida y coordinada» por parte de los países deudores, los acreedores privados y oficiales y las instituciones financieras multilaterales para mejorar la transparencia, desarrollar mejores herramientas de sostenibilidad de la deuda y acelerar las reestructuraciones de la misma.