31 de agosto de 2022

Nuevos enfrentamientos internos en el PRO sobre el accionar del jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, en el operativo durante la movilización del sábado pasada a la vivienda de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, al que el ala más radicalizada consideró cuando menos de timorato. En un almuerzo que todos los medios coinciden fue áspero, los líderes del partido fundado por Mauricio Macri intentaron morigerar las críticas que se le hicieron al alcalde porteño y salieron del encuentro asegurando que el caso había quedado aclarado, según la vocera designada para informar sobre esa reunión, la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal. Pero a continuación, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, volvió a encender la mecha cuando confirmó que habían dado el hecho por cerrado pero que «cuando el Gobierno de CABA toma previas consultas a todos nosotros -como fue en este caso- respecto al apoyo que necesita, debe mantener la posición tomada. En caso contrario, simplemente no preguntar y de esa manera podrá hacerse cargo de las decisiones que toma y no será la decisión de todos». Las críticas fueron por haber colocado vallas que luego ordenó retirar cuando avanzó la movilización en favor de CFK.