6 de julio de 2023
Las travesías de los inmigrantes que intentan llegar a España en embarcaciones precarias, conocidas como pateras, se cobraron en el primer semestre del año 951 vidas, una cada cuatro horas y media, la mayoría rumbo al archipiélago de Canarias y en la llamada Ruta Argelina hacia las costas mediterráneas de Levante y las Islas Baleares. Ese es el balance que presenta el informe que publica regularmente el colectivo Caminando Fronteras, el Monitoreo Derecho a la Vida, que advierte de que algunas de las rutas, «en especial la canaria», están aumentando «su capacidad mortífera», a pesar de que las cifras oficiales reflejen un descenso en el número de llegadas. Del 1 de enero al 30 de junio, la estadística del ministerio español del Interior recoge que llegaron a España en pateras o lanchas neumáticas 12.192 personas, un 4,17 % menos que en 2022. Caminando Fronteras contabilizó en estos seis meses 49 tragedias, en las que perecieron al menos 112 mujeres y 49 niños. En 14 casos, las embarcaciones implicadas en esas tragedias desaparecieron con todos sus ocupantes.