29 de junio de 2025
Según el Indec, las importaciones de ropa, con plataformas como Shein, Temu y Amazon a la cabeza, registraron un salto interanual del 42,8% entre enero y marzo, a la vez que aumentaron un 17,7% respecto del último trimestre del año pasado. Además, en la actualidad el 70% de la indumentaria proviene del exterior, cuando históricamente estaba situada en un 40%.
Sumado a todo esto, el dólar barato y la disminución de los aranceles a las importaciones fueron claves para permitir el ingreso al país a plataformas de origen extranjero que, aun enviando sus productos puerta a puerta o mediante los servicios de courier, hacen la diferencia frente a muchos de los productos de industria nacional, informó el portal de C5N.
Luciano Galfione, presidente de la Fundación Protejer, opinó sobre este fenómeno que ya llegó a la Argentina: “Esas empresas lo que hacen es buscar mercados donde haya una facilitación importante a la hora del comercio exterior. Argentina eliminó todo tipo de control, bajó aranceles y por eso se convierte en un mercado muy atractivo para empresas de fast fashion. Ni de diría de fast fashion, ultra fast fashion”.
Los empresarios textiles locales reconocen que la competencia los hace “más eficientes y mejores”, pero reclaman que “a la hora de competir es en desigualdad de condiciones” y cargan la responsabilidad en los Estados, únicos capaces de “regular las asimetrías”.
“Obviamente me sale más caro producir si tengo protección social, que pagar sueldos dignos a los trabajadores; todas cosas que hacemos con gusto. Como contrapartida, como esas empresas no respetan esos mínimos internacionales, estamos en inferioridad de condiciones”, afirmó Galfione sobre la desigualdad existente en la industria.