29 de julio de 2025
La emblemática marca Mauro Sergio, símbolo de la producción textil nacional, enfrenta una de sus peores crisis. La empresa Textilana S.A., dueña de la marca y ubicada en Mar del Plata, despidió a 150 operarios y redujo su producción en un 20%, en el marco de un proceso de reestructuración interna que refleja una problemática mucho más profunda: la pérdida acelerada de terreno frente a la importación de ropa extranjera. Desde su fundación en los años 70, la textil marplatense fue modelo de integración productiva, pasando del hilado para terceros a la fabricación completa de indumentaria. Hoy se encuentra sobrestockeada y sin demanda, en una temporada invernal que no trajo alivio. Ya pasaron de tener 350 trabajadores a poco más de 200, según denuncian los gremios, que además alertan por despidos sin indemnización y renuncias forzadas por bajos salarios y falta de pagos. El desplome del sector no es un hecho aislado: más del 70% del consumo de ropa en Argentina ya se cubre con productos importados. Solo entre enero y mayo las compras de indumentaria al exterior crecieron un 136%, con un valor histórico de US$ 1.572 millones, según la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA). En paralelo, las importaciones textiles aumentaron un 93%, muchas veces con precios de dumping: el valor promedio por kilo fue de apenas US$ 5,67.