5 de septiembre de 2025

Mediante un decreto el Gobierno disolvió la relación laboral que vincula a canillitas y editoriales. Además, abrió la actividad a la competencia de terceros y la sujetó al Código Civil y Comercial de la Nación. Pero disfrazó todo eso con la posibilidad de que los kioscos repartan paquetes y correspondencia. Esta desregulación de fondo quedó tapada por una supuesta ventaja que se les da a los canillitas: la posibilidad de recibir y entregar correspondencia, paquetería y documentos, como el DNI o tarjetas de crédito y débito bancarias. Además, abre la puerta al ingreso de nuevos formatos de venta (por ejemplo, máquinas expendedoras o venta en mano). El decreto elimina también el Registro Nacional de Vendedores y Distribuidores de Diarios y Revistas, que incluía a los titulares del derecho de parada, de reparto y de las líneas de distribución y su zona de influencia.