15 de junio de 2022
La noticia puede parecer surgida de un mal examen de geografía: Dinamarca y Canadá finalmente tienen fronteras terrestres. Sucede que desde 1971 los dos países estaban involucrados en una disputa por la soberanía de una pequeña isla deshabitada en el Ártico conocida como Hans, situada a la misma distancia entre Groenlandia -territorio autónomo dentro del reino de Dinamarca- y la isla canadiense de Ellesmere. Como ambos países integran la OTAN, las disputas nunca pasaron a mayores y finalmente, luego de 51 años, lograron un acuerdo salomónico. La isla, de 1,2 kilómetros cuadrados, será dividida en dos partes prácticamente iguales a partir de una hendidura natural en el terreno rocoso. «El Ártico es un faro para la cooperación internacional, donde prevalece el Estado de derecho», dijo la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Melanie Joly. «La seguridad mundial se ve amenazada y es más importante que nunca que democracias como Canadá y Dinamarca trabajen juntas, con los pueblos indígenas, para resolver nuestras diferencias de conformidad con el derecho internacional», agregó. Luego de este acuerdo, Canadá y Dinamarca establecieron una frontera marítima de 3882 kilómetros, que se extiende desde el mar de Lincoln en el norte hasta el mar de Labrador en el sur. La más larga del mundo. Y una frontera terrestre en la pequeña isla de Hans, cosa que hasta ahora no existía, destaca un artículo de La Nación.