4 de diciembre de 2021

En el último día de su gira por Chipre, el papa Francisco insistió con su pedido a Europa y al mundo para construir «una humanidad sin muros de separación» que promueva políticas migratorias más abiertas, al tiempo que denunció los «campos de concentración» en los que se ubican los refugiados. «Mirándolos a ustedes veo los sufrimientos del camino, los que han sido vendidos, explotados, que se han quedado en el camino. Es la historia de una esclavitud universal», manifestó el pontífice durante un encuentro con migrantes en el segundo día de actividades en la capital chipriota Nicosia, donde llegó el jueves como primera parte de una gira mediterránea que también incluirá Grecia desde este sábado hasta el lunes. Francisco también criticó el hecho de que se estén naturalizando ese tipo de situaciones. «Lo peor es que nos estamos acostumbrando a eso. Acostumbrarse es una enfermedad grave que no tiene antibiótico. Tenemos que ir contra el vicio de acostumbrarnos», señaló la máxima autoridad de la Iglesia Católica.