14 de agosto de 2023
El papa Francisco instó ayer a los políticos a abordar la «herida abierta» de las muertes de migrantes en el Mediterráneo, al señalar que había estado rezando por las 41 personas que fallecieron en un naufragio este mes. «Con dolor y vergüenza debemos declarar que, desde el comienzo del año, ya han muerto casi 2.000 hombres, mujeres y niños en ese mar mientras intentaban llegar a Europa», dijo Francisco tras el rezo semanal del ángelus. «Aliento a las fuerzas políticas y diplomáticas que tratan de curar esta herida con espíritu de solidaridad y fraternidad, así como los esfuerzos de quienes trabajan para prevenir los naufragios y rescatar a los migrantes». Las catástrofes mortales son frecuentes cuando los migrantes intentan cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa. Más de 22.000 personas han muerto o desaparecido en sus aguas desde 2014, según la Organización Internacional para las Migraciones. Los ruegos del papa se producen al tiempo que funcionarios portuarios de la isla italiana de Sicilia recuperaran un cadáver, después de que una embarcación con 13 migrantes naufragara el sábado por la noche frente a la cercana isla de Marettimo, según informó la agencia de noticias ANSA. Asimismo, seis personas murieron después de que una embarcación de inmigrantes que intentaba cruzar el canal de la Mancha desde Francia a Gran Bretaña volcara a primera hora del sábado, y otras dos personas probablemente estaban desaparecidas, según las autoridades francesas.