6 de septiembre de 2021
La escandalosa suspensión del partido por la clasificación para Qatar2022 que estaban disputando argentina y Brasil en San Pablo continuará por tiempo indefinido entre despachos de la FIFA, las entidades futbolísticas de ambos países y las autoridades del país anfitrión. Todo tipo de interpretaciones que afloraron ni bien ingresó al campo de juego una persona armada representante de Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) para clausurar el encuentro porque había tres futbolistas que habrían violado disposiciones sanitarias. Una de ellas hablaba de una estrategia del gobierno de Jair Bolsonaro de cara a la masiva marcha en su apoyo que programó para mañana, cuando se celebra la fecha patria brasileña. Hay temores de que Bolsonaro avance en su intento golpista a raíz de su enfrentamiento con la Corte Suprema de Justicia y parte del Congreso, que frenan muchas de sus iniciativas por considerarlas peligrosas para la democracia. A todo esto, el seleccionado argentino llegó a la madrugada al aeropuerto internacional de Ezeiza a bordo del vuelo chárter AR1977, de Aerolíneas Argentinas, que aterrizó a las 0.19 tras haber despegado desde el Aeropuerto Internacional de Guarulhos, de San Pablo, a las 21,36, e inmediatamente se dirigió a su concentración en el cercano predio de AFA. En la burbuja de Ezeiza el equipo dirigido por Lionel Scaloni aguardará por el encuentro del próximo jueves a las 20.30, en el estadio de River Plate, por la décima fecha ante Bolivia, donde por primera vez desde el comienzo de la pandemia habrá público en el estadio, con un 30 por ciento del aforo, es decir, unas 21.000 personas.