12 de julio de 2022
La compañía de gas natural más grande del mundo, que es controlada por el Gobierno ruso, comenzó los trabajos de mantenimiento previamente anunciados en el gasoducto que transporta una gran parte del gas que aún abastece a Alemania, el corazón industrial de Europa, y a otros países del continente. El cierre durante 10 días de dos tuberías de Nord Stream 1, anunciado desde hace tiempo, debería haber sido en teoría una formalidad técnica, pero despertó gran incertidumbre en Europa. En el contexto de la guerra en Ucrania y la tensión entre Rusia y Occidente, los europeos temen un cierre total del suministro de gas. En Alemania, las autoridades pidieron a los propietarios de viviendas realizar los mantenimientos necesarios en sus suministros de gas, ya que ajustarlos ayudaría a reducir el consumo entre un 10% y un 15%. En caso de interrupción del suministro, hogares, hospitales y geriátricos estarían especialmente protegidos, indicó el presidente de la Agencia Federal de Redes. El gobierno, además, no descarta limitar el uso de agua caliente a ciertas horas del día.