19 de septiembre de 2023
El gobierno francés y la principal cadena de distribución del país, Carrefour, señalaron a las compañías de consumo masivo que tienen que acelerar los esfuerzos para lograr que la inflación conceda un respiro a los consumidores. En el caso de la compañía supermercadista, colocando en sus góndolas etiquetas para señalar aquellos productos que tienen menos contenido en sus envases pero no son más baratos. Una práctica empresarial, llamada «reduflación» (shrinkflation en inglés), que puede tener los días contados. «Vamos a prohibirla. Desde noviembre, todos los productos sujetos a cambios de cantidad tendrán que señalarlo en las etiquetas para no engañar más al consumidor», aseguró este fin de semana la ministra francesa, Élisabeth Borne, en una entrevista con Le Parisien. Esa promesa llega después de que Carrefour haya colocado una treintena de referencias en productos que han reducido cantidades en sus envases pero no precios. Entre ellos, un té de Pepsico, una chocolatada de Nestlé y una tarta helada de Unilever. No son los únicos: también menciona al fabricante suizo de chocolate Lindt & Sprüngli. En paralelo, algunas de las grandes multinacionales mencionadas tales como Nestlé, Unilever, Coca-Cola o Danone en Francia ya han reconocido que el pico de la inflación está superado y que los consumidores ya no aceptan más subidas al pasar por caja, según surge de sus resultados de la primera mitad del año.