22 de enero de 2023
Tras mantener una reunión con los comandantes de la Marina y la Aeronáutica para discutir inversiones y planes para modernizar las tres fuerzas, encuentro del cual también participó el comandante del Ejército de Brasil, Júlio César de Arruda, el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, decidió destituir a este último, debido a que, según se informó, “no demostró disposición” en tomar medidas “inmediatas” para disipar sus dudas respecto de la actuación de algunos sectores militares en la intentona golpista ocurrida a inicios de enero.
De este modo, el flamante mandatario dio una muestra de firmeza en medio de un clima de desconfianza que impera entre él y los sectores de las Fuerzas Armadas, desde que ocurrió el asalto a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema el pasado 8 de enero. De hecho, días atrás, durante un desayuno con periodistas, Da Silva había asegurado que “muchos militares y policías” que fueron “conniventes” con el intento de golpe y estaba “convencido” de que alguien desde adentro del palacio presidencial de Planalto “facilitó” la entrada de los radicales de derecha, según señala el matutino Página 12.