5 de septiembre de 2025
Una vez más, un equipo del Conicet, ahora junto a la Universidad Austral, demostró por primera vez a nivel mundial que bloquear la actividad de una proteína llamada RAC1 puede proteger el hígado y reducir de manera significativa el daño que provoca la hepatitis fulminante. El hallazgo no solo abre una nueva ruta terapéutica para una enfermedad con muy pocas opciones, sino que además tiene la particularidad de basarse en una molécula que originalmente se diseñó para la oncología. La hepatitis fulminante, también conocida como falla hepática aguda grave, es un cuadro crítico que aparece en personas sin enfermedad hepática previa y avanza con una rapidez alarmante. El hígado pierde su capacidad de funcionar, se produce una necrosis masiva del tejido y, en los casos más severos, la única alternativa de tratamiento es el trasplante. Si este no se concreta a tiempo, hasta un 40% de los pacientes puede morir.