16 de noviembre de 2025
De acuerdo a un informe del Centro de Innovación de los Trabajadores (CITRA–CONICET–UMET), cuatro de cada diez personas activas en la Argentina se desempeñan en la economía informal o autogestionada, y nueve de cada diez de ellas perciben ingresos inferiores a tres salarios mínimos.
La economía popular es la actividad económica informal o de baja escala que realizan personas y comunidades excluidas del mercado laboral formal, creando sus propios medios de vida a través de oficios, pequeñas producciones y redes de comercialización. Incluye actividades como la venta ambulante, la producción de alimentos y el trabajo doméstico, y a menudo se la vincula con la economía social y solidaria.
En términos absolutos, se trata de 3,4 millones de personas que intentan sostener su subsistencia en condiciones de precariedad creciente. En el último año, la población con ingresos bajos dentro del sector informal aumentó un 55,3%. El auge del cuentapropismo de bajo capital, del trabajo familiar no remunerado y del empleo doméstico sin derechos marca una tendencia extendida: el autoempleo forzado como única estrategia de supervivencia ante un mercado laboral que se achica al ritmo del ajuste, describió el portal infogremiales.com.ar.
Según el reporte, el 89,4% de los trabajadores de la economía popular percibe menos de tres salarios mínimos —unos 960.000 pesos mensuales—. Esto equivale a 3,5 millones de personas, un incremento de más de un millón respecto al año anterior. En la población joven en tanto, el 94,7% no supera ese umbral.
