23 de diciembre de 2021
La histórica bajante del río Paraná que comenzó en marzo pasado continuará por lo menos hasta febrero próximo y en varios puertos de Entre Ríos ya provocó cambios en la vida ambiental, económica, productiva y social de ciudades costeras, así como en el futuro de su flora y fauna hasta al menos 2025, según un informe del Instituto Nacional del Agua (INA) que publica la agencia Télam. La bajante afectó la fauna ictícola porque dejó seco el lugar donde los peces se refugian, alimentan, reproducen y crecen. Además complicó el regadío de los cultivos y las producciones industriales que dependen para su proceso del uso de agua. «Es una situación histórica particular que nos enfrentó a una situación compleja desde lo ambiental que seguirá hasta 2025, se puso en crisis la producción, tuvimos serios problemas con incendios y destrucción del hábitat de la fauna», corroboró la secretaria de Ambiente de Entre Ríos, Daniela García. La funcionaria señaló que se busca crear un plan provincial de adaptación y mitigación del cambio climático con obras y una red de municipios que diseñarán metas de reducción de uso del agua y la gestión de afluentes.
