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La historia de dos cuadros robados que terminaron en el Malba

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Dos cuadros comprados en 2021 por el empresario Eduardo Costantini, fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), habían sido fruto de un despojo de una mujer a su madre, viuda de un famoso marchand de Río de Janeiro, a quién mantuvo secuestrada durante un año, según relata Télam. Cuatro personas resultaron detenidas por la policía carioca en el marco de la investigación sobre el robo de 16 obras de arte valuadas en unos de 140 millones de dólares. Dos de ellas, Elevador Social (1966), de Rubens Gerchman, y Maquete para Meu Espelho (1964), de Antonio Dias, valuadas cada una en 300.000 dólares, terminaron en manos del millonario argentino. Los investigadores aclararon que Constantini compró de buena fe. Es que la vendedora era Sabine Boghici, hija de Genevieve, la viuda de 82 años del marchand Jean Boghici. Genevieve resultó víctima de la estafa familiar de la cual participó la hija y tres personas más. Entre las obras figuran cuadros de Alberto Guignard, Di Cavalcanti, Cícero Dias, Kao Chi-Feng, Ilya Glazunov, Emeric Marceir y Michel Macreau. De acuerdo a un comunicado del Malba «Eduardo Costantini aclara que en 2021 adquirió cuatro obras de esta importante colección de arte moderno brasileño por intermedio del galerista Ricardo Camargo (…) Según la información sobre la procedencia, dos de estas obras pertenecían a la hija de Boghici y fueron compradas de buena fe y debidamente registradas». Entre los cuadros recuperados en Río está, O sono y Sol Poente, de Tarsila do Amaral, la artista plástica más representativa del movimiento modernista brasileño, que fue esposa del poeta Oswald de Andrade. Ambos están valuados en más de 70 millones de dólares.

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