10 de diciembre de 2025
En municipios misioneros como San Antonio y Bernardo de Irigoyen se van diariamente más de 4.000 trabajadores para trabajar en la cosecha de la cebolla, la uva y el tabaco a Brasil, según publica BAE Negocios en su edición de hoy. Algunos cruzan la frontera y van y vuelven en el día, mientras que otros se van con sus familias por 40 días mínimo. De acuerdo con el intendente de San Antonio, Fausto Rojas, «son como 2.000 sanantonioneses más o menos, que pasan a trabajar al otro lado. Lo que pasa es que en Santo Antônio do Sudoeste (lado brasileño) hay muchas industrias, y, gracias a Dios, nuestra gente tiene trabajo de ese lado, porque si no, la situación iba a estar complicadísima. Hay trabajo y se gana mejor». Según el intendente de Bernardo de Irigoyen, Eduardo Chichín Aquino,«antes era en menor escala, pero ahora se multiplica porque hay familias enteras que se van a 200, 300, 400 kilómetros por 30, 40 días a tratar de desempeñar trabajos rurales fundamentalmente». Los entrevistados reconocen que la pérdida de facultades del Instituto Nacional de la Yerba Mate dejó al sector sin poder fijar el precio, controlar calidad de yerba mate importada ni ordenar la cosecha, por lo que miles de familias productoras venden su materia prima a valores irrisorios, están totalmente endeudadas y compiten de manera desigual con la yerba mate importada y las grandes industrias correntinas. El kilo de hoja verde se paga al productor entre $250 y $300 cuando debería pagarse $700.
