24 de agosto de 2023
En una nueva avanzada contra la Iglesia católica, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ordenó disolver la orden jesuita, a la que pertenece el papa Francisco, y además confiscó todos sus bienes. «Corresponderá a la Procuraduría General de la República realizar el traspaso de estos bienes muebles e inmuebles al Estado», afirmó la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel, encargada de ejecutar la cancelación de la personería jurídica de la Compañía de Jesús en el país centroamericano. Se trata de un nuevo golpe contra los jesuitas, pero también contra el papa, quien desde hace varios meses pidió por la liberación del obispo Ronaldo Álvarez, quien está detenido desde hace un año y medio por sus críticas hacia el régimen gobernante. Francisco calificó al gobierno de Ortega como una «dictadura grosera, con tintes de dictadura comunista e incluso hitleriana».