15 de julio de 2025
La ruta colonial de Panamá, por la que circularon durante siglos en mulas y botes las riquezas de América y antigua antecesora del canal interoceánico, fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco. Entre los siglos XVI-XIX, el imperio español transportó a través del istmo productos procedentes de Asia y América con destino a Europa. Con tal fin, usó una red de caminos y ríos para llevar las mercancías desde la costa del Pacífico al Atlántico. «Representa mucho más que una red de caminos históricos, es testimonio vivo del papel estratégico del Istmo en los sistemas globales de intercambio» comercial a lo largo de la historia, señaló la ministra panameña de Cultura, Maruja Herrera, tras la declaración de la Unesco. Desde lo que hoy es Perú y Bolivia llegaban a Panamá el oro y la plata, mientras que de Filipinas las especias, porcelanas y telas. Para proteger las mercancías de los piratas, los españoles construyeron fortificaciones. También las Cavernas do Peruaçu, una extensión de cañones y cuevas grabadas con arte rupestre prehistórica en Brasil, fueron inscritas en la lista del patrimonio mundial. Localizado en el norte del estado Minas Gerais (sureste), el parque nacional Cavernas de Peruaçu abarca unas 56.500 hectáreas de paisajes brotados de cuevas colosales. En su designación, el organismo de Naciones Unidas reconoció su «belleza natural excepcional».