29 de julio de 2025
El agua dulce almacenada en los continentes desaparece a un ritmo sin precedentes, según un nuevo estudio. Esta tendencia, provocada por el cambio climático, la sobreexplotación de aguas subterráneas y la intensificación de las sequías pone en peligro la seguridad hídrica global. Las conclusiones surgen de un análisis liderado por Arizona State University (ASU) y publicado en la revista científica Science Advances. Con más de dos décadas de observaciones satelitales, el trabajo muestra que el secado de los continentes supera en magnitud a la pérdida de agua de los polos. La investigación advierte que este proceso está afectando a vastas regiones del hemisferio norte del planeta, donde se identificaron cuatro zonas interconectadas de «mega-sequía continental». El estudio documenta un punto de inflexión en 2014–2015, coincidente con un evento climático extremo de El Niño. Desde ese momento, los eventos hidrológicos extremos comenzaron a intensificarse y el uso y extracción de agua subterránea aumentó drásticamente. En consecuencia, la pérdida de agua terrestre superó a la que producen los glaciares y capas de hielo.