8 de diciembre de 2022

Tras la destitución del presidente peruano Pedro Castillo y la asunción de su vicepresidenta Dina Boluarte, quien había denunciado un «golpe de Estado», mandatarios latinoamericanos expresaron su preocupación por la crisis política que vive ese país.
Así, a través de un tuit, la Cancillería argentina señaló que “lamenta y expresa su profunda preocupación por la crisis política que atraviesa la hermana República del Perú, y hace un llamado a todos los actores políticos y sociales a que se resguarden las instituciones democráticas, el Estado de derecho y el orden constitucional”.
En tanto, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, subrayó que es «siempre lamentable que un presidente electo democráticamente tenga ese destino», pero rescató que «todo fue encaminado de forma constitucional».
Quizás uno de los más enfáticos fue el presidente de México, Andrés López Obrador, quien subrayó que «consideramos lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas, desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra, hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución con el sui géneris precepto de “incapacidad moral“».