19 de marzo de 2025
Miles de simpatizantes del presidente de Colombia, Gustavo Petro, salieron ayer a las calles de las principales ciudades para exigir que las reformas presentadas por el Gobierno sean aprobadas por el Congreso, que en paralelo hundió la que buscaba modificar el sistema laboral del país. En Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y otras ciudades cabecera, los manifestantes caminaron con banderas y carteles a favor de las reformas a las condiciones laborales y de salud, puntas de lanza del primer gobierno de izquierda de Colombia. Sin mayorías en el Congreso, Petro denuncia un «bloqueo institucional» y decretó un día cívico para permitir a los servidores públicos asistir a la jornada de protesta. «Estamos listos para desmontar una por una las falacias que se han esgrimido contra una reforma tan necesaria», dijo a los medios el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, presente en la marcha. Tras el golpe de los congresistas contra la reforma laboral, Petro anunció que convocará a una consulta popular para que sea la ciudadanía la que decida su futuro.