5 de mayo de 2025
«Los hechos aquí investigados reflejan una preocupante distancia entre las prácticas institucionales observadas y las exigencias legales, convencionales y constitucionales vigentes en materia de derechos humanos», advirtió la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, al dictar el procesamiento de seis miembros de la Armada involucrados en un «adiestramiento antidisturbios» en el que Brisa Páez, una marinera voluntaria, terminó con convulsiones, por lo que estuvo en coma inducido durante once días y con riesgo de vida. Uno de los marinos, el cabo segundo Juan Gabriel Escobar, quedó detenido con prisión preventiva, por ser quien le tiró a la chica una patada voladora que la hizo caer de espaldas, lo que habría causado las lesiones más severas. Aunque fueron más, según las constancias de la causa, los golpes y empujones brutales que recibieron tanto ella como sus compañeros. Testigos dijeron que sus superiores les indicaron que si alguien les preguntaba cómo o dónde se habían lastimado «dijeran que había sido en sus casas».