22 de julio de 2023
Una semana después de que el juez del Supremo Alexandre de Moraes, objetivo habitual de insultos de bolsonaristas radicales, fuera increpado junto a su familia en el aeropuerto internacional de Roma, el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva presentó un proyecto de ley para defender las instituciones democráticas que tiene como objetivo instaurar penas de hasta 40 años de cárcel para quien atente contra el presidente o los líderes de los otros poderes en Brasil.
La iniciativa establece penas “de 20 a 40 años de prisión” para delitos que atenten contra la vida “del presidente de la República, del vicepresidente de la República, del presidente del Senado, del presidente de la Cámara de Diputados, de los jueces del Tribunal Supremo Federal y del procurador general de la República”.
El proyecto de ley del Gobierno también prevé penas de seis a 12 años de cárcel para quien organice o lidere movimientos antidemocráticos y de ocho a 20 años para quien los financie, según detalla la agencia Télam. La propuesta es parte de un conjunto de medidas de seguridad pública que buscan endurecer la lucha contra los crímenes contra la democracia, elevando las sentencias, y también prevén medidas financieras contra los sospechosos.