20 de diciembre de 2025
La famosa motosierra del Gobierno sin dudas es mucho más que su símbolo predilecto, y se hace sentir en los más vulnerables. Según estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), entre 2023 y 2025 el Estado nacional habría reducido (restan dos semanas para terminar el ejercicio) su gasto en términos reales un 27%, lo que equivale a unos 50 billones de pesos constantes de noviembre de 2025 (equivalente a 38.000 millones de dólares a valores actuales). El ajuste permitió una fuerte caída del gasto consolidado —que incluye Nación, provincias y municipios—, acercando el peso del gasto sobre el PBI a niveles de 2008. El ajuste brutal se apoyó principalmente en la reducción de transferencias, subsidios, salarios públicos, jubilaciones, programas sociales e inversión estatal.
El recorte no solo se expresa en porcentajes del Producto Bruto Interno (PBI), sino en la reasignación concreta de recursos, en la retracción de funciones estatales y en la transferencia del costo del ajuste hacia sectores específicos de la sociedad y hacia los gobiernos subnacionales. El reporte del IARAF muestra que en dos años el Estado nacional ejecutaría aproximadamente tres cuartas partes de lo que gastaba antes de la asunción de Milei, informó eldestapeweb.com.
En 2008, antes de la expansión del gasto que comenzó en 2009, el gasto público consolidado —Nación, provincias y municipios— se ubicaba en 30,5% del PBI. En 2023, Milei heredó un gasto consolidado de 37,9%. Tras el ajuste de 2024, ese nivel cayó a 31,6%, y las proyecciones para 2025 lo sitúan en 31,4%.
Los programas sociales, que incluyen partidas como bonos a jubilados y pensionados, muestran una caída real del 52,3%, equivalente a 10,5 billones de pesos constantes. En dólares, la reducción alcanza los 7.800 millones. En tanto, los subsidios a la energía disminuyen un 59%, con un recorte de 8,8 billones de pesos, mientras que los subsidios al transporte caen un 32,8%, algo que sobre todo en el conurbano bonaerense complica el traslado de pasajeros.
Por otra parte, el gasto salarial del Estado nacional registra una reducción real del 25,8%, lo que implica una merma de 6,3 billones de pesos. El ajuste se explica tanto por la reducción de la planta de personal como por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios públicos.
