24 de febrero de 2022

En un clima de tensión creciente, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció una operación militar en Ucrania y comenzaron los bombardeos en gran parte del país, incluida la capital, un ataque condenado en seguida por la comunidad internacional y por el Gobierno de Kiev, que pidió que se fuerce a Moscú a respetar la paz y rompió relaciones con Moscú. «He tomado la decisión de una operación militar», dijo Putin en un discurso televisado de madrugada que provocó una condena inmediata del presidente estadounidense Joe Biden y otros líderes occidentales. Se detectaron de inmediato explosiones en Kiev, Járkov, en la frontera con Rusia, y también en Odessa y Mariupol, a orillas de mar Negro. Volodimir Zelenski, presidente ucraniano, declaró la ley marcial pero pidió a la población no entrar en pánico y puntualizó que Rusia estaba atacando su infraestructura militar y pidió al mundo crear una «coalición anti-Putin». En su mensaje televisado, el mandatario ruso había instado a los soldados ucranianos a deponer las armas y justificó su ataque por el genocidio de la población rusoparlante del este de Ucrania. Y aseguró que no desea una ocupación de Ucrania sino una “«desmilitarización» y una «desnazificación» del país.