17 de septiembre de 2023

El diálogo entre los trabajadores en huelga del sector automotriz de Estados Unidos y los gigantes del sector está en una “fase crítica”, según estimó este sábado el grupo empresario Stellantis, fabricante de Jeep, mientras la presión política aumenta ante un conflicto que podría tener impacto en toda la economía.
Stellantis, General Motors y Ford, los “tres grandes” de Detroit, afrontaban desde el viernes una huelga de alcance limitado por demandas salariales, pero que, según el poderoso sindicato United Auto Workers (UAW), podría extenderse.
De acuerdo a lo detallado por la agencia de noticias AFP, hasta este sábado, 12.700 de los 150.000 trabajadores sindicalizados del sector están en huelga.
“Nuestro equipo negociador sigue trabajando día y noche y fin de semana en busca de una solución “razonable”, indicó Stellantis, formado por la fusión de Fiat Chrysler y el francés PSA Group.
Según señalaron desde el sector empresario, si las tratativas fracasan, se podría “poner en peligro la competitividad de la compañía, impactando negativamente a los trabajadores y comunidades”.
Por su parte, el presidente Joe Biden dijo el viernes que entiende la “frustración” de los trabajadores, y este sábado también se sumó el expresidente Barack Obama quien se expresó en similar sentido, con una referencia a la crisis financiera de 2008-2009: “Cuando los tres grandes fabricantes penaban por mantenerse a flote, mi gobierno y el pueblo estadounidense los apoyaron”, sostuvo en redes sociales. “Y lo mismo hicieron los trabajadores del sector en la UAW, quienes sacrificaron paga y beneficios para ayudar a levantarse a las compañías” añadió para luego remarcar que “hoy que nuestros fabricantes logran ganancias importantes, es tiempo de hacer lo correcto por esos mismos trabajadores”.