1 de noviembre de 2025
Este viernes 31 de octubre, el presidente de Estados Unidos aseguró que no considera atacar objetivos militares dentro de Venezuela, tal como lo reportó horas antes un informe del diario Miami Herald.
Este viernes, cuando los periodistas le preguntaron en el Air Force One presidencial si eran ciertas las informaciones de los medios de comunicación de que había decidido lanzar ataques en territorio venezolano, Donald Trump respondió: “No”, consignó el portal france24.com.
No obstante, no quedó claro si Trump descartaba futuros asaltos en el interior del territorio venezolano o si simplemente hizo referencia a que aún no ha tomado una decisión definitiva.
Las declaraciones del mandatario norteamericano tienen lugar en un contexto de creciente tensión en la región tras el despliegue naval de EE. UU., en el Caribe, que han estado seguidos de múltiples embestidas contra presuntas narcolanchas. Los ataques han tenido lugar al tiempo que la Administración Trump apunta al Gobierno venezolano, al que vincula con el llamado Cartel de los Soles.
Este 31 de octubre, un reporte de ‘Miami Herald’– que citó fuentes con conocimiento de la situación–afirmó que “la Administración Trump ha tomado la decisión de atacar instalaciones militares dentro de Venezuela y los ataques podrían ocurrir en cualquier momento”.
En tanto, el diario de Florida, que compartía esta información con ‘The Wall Street Journal’, subrayó que sus fuentes se refirieron a “instalaciones militares” usadas por el llamado Cartel de los Soles.
Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, aseguró que el Ejército estadounidense había proporcionado una serie de opciones, entre ellas ataques contra instalaciones militares dentro de Venezuela, como pistas de aterrizaje, reportó por su parte la agencia de noticias Reuters.
‘Miami Herald’ también precisó que estos eventuales ataques podrían tener como objetivo “decapitar la jerarquía del cartel”, lo que podría apuntar a una acción contra Nicolás Maduro.
No obstante, la secretaria adjunta de prensa de la Casa Blanca, Anna Kelly, desmintió rápidamente la información.
