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Vuelos de la muerte

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Un piloto de los vuelos de la muerte fue beneficiado por Casación a pesar de haber violado la prisión domiciliaria. Se trata de Alejandro Domingo D’Agostino, quien condujo el avión desde el que fueron arrojadas al Río de la Plata las Madres de Plaza de Mayo, las monjas francesas y otros militantes por los derechos humanos. Durante 2024, el represor salió de su casa más de 10 veces y no presentó pruebas de que fuera para recibir atención médica. Por esto, el fiscal Félix Crous había pedido que le revocaran el beneficio, pero el tribunal oral primero y luego Casación le permitieron mantener la domiciliaria. «Lo de D’Agostino es un caso más que demuestra la extrema permisividad de los jueces con las prisiones domiciliarias de los represores. No hay un solo preso por delitos menos graves que goce de semejante tolerancia. Hay que decirlo sin vueltas: los represores detenidos en sus casas no están presos, hacen lo que quieren», advirtió el fiscal Crous.

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