11 de julio de 2014
Norma publicó en Facebook fotos para difundir la organización de una actividad barrial: juntar la basura. En cada una de ellas puede verse gente limpiando una calle: son vecinos, que limpian su propio barrio, el Independencia, ubicado en la llamada «franja del Reconquista», el sector más humilde del municipio bonaerense de San Martín, a orillas del río Reconquista. Pero el Independencia no está solo en la organización de estas actividades. Otros barrios del norte del Conurbano, como Cárcova, Libertador, Loma Hermosa, Costa Esperanza, Villa Hidalgo, Sarmiento y Curitas tienen que enfrentar –además de un sinnúmero de carencias– la falta de recolección de residuos por parte del municipio. En los barrios más pudientes, como Villa Ballester, San Andrés o San Martín Centro, las plazas se mejoran aunque ya estén en buenas condiciones, tampoco faltan cámaras de vigilancia, y hasta hay wifi libre en espacios verdes.
El reclamo de los vecinos sorprende por lo simple: exigen que se recolecte la basura, por lo menos tres o cuatro veces por semana, frecuencia lógica para que las montañas de desperdicios no crezcan frente a las casas o en las esquinas, rebalsen cestos y volquetes, y se conformen basurales improvisados en terrenos baldíos para despejar las zonas más transitadas. Este emplazamiento ilegal, si bien mejora la circulación en el barrio, genera focos de contaminación que deterioran la calidad de vida de los vecinos.
«El camión recolector pasa a veces, pero nunca sabés cuándo. Pero hay un carro que pasa siempre los martes, jueves y sábados por la tarde sin falta, te cobra y se lleva la basura. Funciona mejor que el de la Municipalidad», cuenta Alicia, de Costa Esperanza. «¿Dónde tira la basura la gente del carro?», es la pregunta obvia. «Donde tiran todos, en la laguna de Libertador», responde la vecina.
«En 2011 me agarró fiebre y tos y desde ahí empecé a ir al médico. Al principio no sabían qué era. Después descubrieron que era fibrosis pulmonar. Tengo que estar medicada todo el tiempo, porque no se cura. Es posible que haya sido el medio ambiente el que me provocó esto, me ha dicho la doctora», cuenta Clotilde, que vive frente a un basural improvisado en Villa Hidalgo y que sólo puede respirar con la ayuda de un tubo de oxígeno.
El reclamo por la recolección diaria lleva dos años. Y no involucra sólo al área Reconquista, si bien es la más afectada. Otros barrios lindantes, como José León Suárez, Billinghurst y Villa Libertad, son víctimas de la misma indiferencia municipal. Las denuncias de organizaciones barriales llegaron hasta el municipio en repetidas ocasiones, logrando comprometer a la Intendencia a limpiar las calles más sucias, pero la promesa duró pocos días. Sin embargo, nada parece detener a los vecinos. Los barrios, además de alzar su voz reclamando por un servicio básico, ponen manos a la obra, cumpliendo ellos mismos con la tarea que el municipio olvida. Entre cruzadas solidarias subidas a Facebook y reclamos incesantes, los vecinos de San Martín continúan luchando por la real concreción de un derecho básico, cuyo incumplimiento pone en riesgo su salud y su dignidad.
—Texto y fotos: Facundo Nívolo