25 de abril de 2013
FM Qom potae napocná navogoh, es el nombre –en lengua originaria– de la radio de la comunidad qom La primavera, que funciona en el Centro de Inclusión Comunitaria (CIC) en las tierras de la etnia, ubicadas a 200 kilómetros de la capital formoseña y a 3 kilómetros de Clorinda, en el límite con Paraguay. Su nacimiento se ancla en un hecho traumático para la gente de La primavera: el asesinato de Rubén López, el 23 de noviembre de 2010, durante un corte de ruta en reclamo de tierras. A partir de la muerte del integrante de la comunidad, los reclamos rompieron la frontera provincial y llegaron hasta la capital del país, con acampe en la porteña avenida 9 de julio durante varios meses.
La problemática de la comunidad cobró así visibilidad, y organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos acompañaron sus ancestrales y desoídos pedidos de ayuda. Pero los reclamos no se limitaban sólo a una mera satisfacción de necesidades básicas, también incluían el fortalecimiento de su identidad, y particularmente, de su lengua. Así, la Red Nacional de Medios Alternativos junto con la porteña radio comunitaria FM La Tribu se pusieron en marcha para hacer realidad la señal radial de los qom de La primavera. La antena y el transmisor fueron adquiridos con fondos obtenidos a través de peñas y festivales solidarios, organizadas en la ciudad de Buenos Aires. Y una tarde de febrero de 2012 se hizo la primera transmisión de la emisora qom, «una radio que va a contar lo que otras no cuentan sobre la realidad de la comunidad». Y en su propia lengua. Hasta entonces, los medios a los que accedían los integrantes de La primavera respondían a la lógica «criolla», es decir, estaban dirigidos por los «blancos» y destinados a ellos, en su propio idioma.
«La radio comunitaria vino a especificar la voz y las problemáticas de la comunidad. La mayoría de sus contenidos son en qom, especialmente para fortalecer el lenguaje», señala Rubén López, el director de la radio. La emisora es una herramienta que fortalece la identidad y frena –al menos lo intenta– la disgregación de la lengua nativa. Los más ancianos nunca aprendieron el español, y es a través de su lengua natal que pueden comunicar los saberes y el pasado de su pueblo a los más jóvenes, que en muchos casos son bilingües.
La radio cuenta con una diversidad generacional que permite convivir a ancianos –que hablan la lengua pura qom–, junto con adultos y jóvenes que mixturan con el castellano. Los ancianos son cruciales en este proyecto comunicacional, ya que son los únicos que pueden trasmitir sus conocimientos ancestrales a las generaciones contemporáneas. Desde Yael López, hijo de Rubén, que hoy conduce su programa de radio, hasta los hijos e hijas del carashe Félix Díaz. El maestro bilingüe de la comunidad «rescata la virtud que tiene la 89.3, de ser la única que transmite en idioma qom».
Yanina Cardozo trabaja en la radio. Es una de las operadoras. Pero también una de las integrantes más comprometidas con el proyecto. Forma parte de la generación de jóvenes que tienen entre 8 y 18 años que están formados en la lucha y ahora, en la comunicación.
—Texto y fotos: Facundo Nívolo