15 de junio de 2016
Desde 2015, la capital francesa recibe en forma continua refugiados y migrantes que huyen de países en guerra, regímenes autoritarios y violaciones a los derechos humanos. Ante el flujo migratorio que va en aumento, asociaciones civiles y vecinos de las comunas de París brindan apoyo a los campamentos informales que toman cuerpo en las zonas más populares de los distritos. Alimentos, ropa y asesoramiento para tramitar el asilo son algunas de las acciones que llevan adelante los colectivos solidarios, como el pionero de Pajol, en la comuna 18, el de La Chapelle, que ocupó un liceo abandonado y albergó a 1.300 personas, o el de Jean Jaurès. Sin embargo, y pese al apoyo popular, todos fueron desalojados para reinstalarse a pocos metros. La alcaldesa de París anunció su intención de crear en la ciudad un campo de refugiados que respete las normas de la ONU. Del dicho al hecho…