26 de marzo de 2014
El gobierno conservador de Portugal cumplió con las primeras metas establecidas por el Fondo Monetario Internacional. Luego de los durísimos ajustes, con rebajas a los sueldos estatales y pensiones, los lusos comienzan a debatir cómo retomar la senda del crecimiento. El primer ministro Pedro Passos Coelho aseguró que quiere mantener los recortes hasta que la economía muestre signos de recuperación. Pero unas 70 personalidades se opusieron a la agenda del gobierno publicando un documento en el que piden la reestructuración la deuda. Los firmantes son políticos, empresarios y economistas encabezados por el ex ministro socialista Joao Cravinho, que aseguran que se trata de «una condición necesaria para acabar con la austeridad por la austeridad misma y permitir la creación de empleo y el crecimiento».