9 de mayo de 2019
La situación social que vive México, agravada por crímenes y desapariciones forzadas de personas, genera cada vez mayor preocupación en la ciudadanía. Con el fin de dar respuestas desde el Estado, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) –que asumió el 1º de diciembre de 2018– reconoció la cifra de 1,13 millones de desplazados debido a la violencia endémica, en un estudio oficial plasmado en el libro La violencia como causa de desplazamiento interno forzado. El texto, que recaba los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, denuncia no solo la ausencia del Estado en los últimos años para atender a las víctimas, sino también que fueron estas mismas las que asumieron el impacto y los costos del desplazamiento. Frente a este panorama, AMLO planteó una estrategia de seguridad asentada en tres ejes (mejora del bienestar de la ciudadanía, la creación de la Guardia Nacional y la erradicación de la corrupción) estimando una reducción de la violencia en los próximos seis meses. La difusión de las cifras y el anuncio presidencial tienen lugar en medio de una escalada de violencia: según un informe del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en los primeros tres meses de 2019 se registraron 8.493 homicidios, cerca de un 10% más en comparación con un año atrás.