13 de mayo de 2015
El debate sobre la calidad del empleo juvenil surca la realidad peruana desde hace años. A pocos meses de la derogación de la reforma laboral conocida como «ley Pulpín», la OIT señaló que un 82,3% de los trabajadores peruanos de entre 15 y 24 años no están registrados. La medición no mostró cambios sustanciales respecto de registros anteriores y volvió a ubicar a Perú entre los más afectados en Latinoamérica y el Caribe. Se trata de algo que ya advirtieron las autoridades locales, que calcularon que el 73% de la totalidad de la masa laboral es parte de esta situación. La directora para la región Andina de la OIT, Carmen Moreno, indicó a la gestión de Ollanta Humala que la creación de una nueva normativa para los jóvenes no bastaba y que debía abordar «aspectos fiscales, productivos, de fortalecimiento de capacidades de capital humano». La funcionaria brindó su apoyo, en un marco de creciente conflictividad sindical y desaceleración económica, a la posibilidad de aumentar la remuneración mínima vital. Las principales entidades empresarias locales lo rechazaron.