12 de septiembre de 2018

La divulgación de un video en el que Khadija Okkarou, una adolescente marroquí de 17 años, relata haber sido violada y torturada por una docena de hombres durante dos meses desató una ola de reclamos. A través de mensajes en las redes sociales, miles de personas continúan solidarizándose con la joven por los padecimientos sufridos –entre ellos, quemaduras con la forma de símbolos nazis en su cuerpo–, en tanto se despliega una fuerte campaña para juntar firmas con el fin de exigirle al gobierno del Rey Mohamed VI y a organismos internacionales tanto ayuda médicaa y psicológica como apoyos en su búsqueda de justicia. El caso de Khadija se suma a otros episodios de abuso contra jóvenes mujeres en ese país. El más resonante fue el de Armina Filali, de 16 años, quien decidió suicidarse en 2012 luego de ser obligada a casarse con su violador. Un hecho que propició la eliminación del artículo 475 del Código Penal, que eximía de prisión a aquellos que cometían este tipo de actos solo si contraían matrimonio con su víctima.