28 de abril de 2015
«La comprensión del hecho histórico tiene una gran significación y creo que es importante que Japón se disculpe sinceramente, no debemos tener vergüenza de pedir perdón», dijo Haruki Murakami en una reciente entrevista con el Servicio de Noticias Kyodo. El novelista nipón –recurrente candidato al Premio Nobel de Literatura– llamó a reconocer las atrocidades perpetradas por su país contra China, Corea y otras naciones vecinas en la Segunda Guerra Mundial. Sus palabras van a contramano del giro chauvinista del gobierno de Shinzo Abe, quien se atrevió a homenajear a reconocidos criminales de guerra. Hubo otras oportunidades en las que el autor de Tokyo Blues se manifestó contra la visión militarista de Abe: «El nacionalismo vomitado por ciertos políticos no es más que un licor barato que emborracha rápidamente, los lleva a actuar histéricamente, a decir cosas que normalmente no dirían y al final, acaban con un dolor de cabeza», había expresado en un momento de alta tensión entre Japón y China por la disputa sobre las islas Diaoyu Senkaku.
Abe homenajeó en el mausoleo de Yasukuni a 2,5 millones de japoneses muertos en los conflictos bélicos del siglo XIX hasta 1945, entre los cuales están los 14 criminales de guerra condenados por el Tribunal Penal Militar Internacional.