13 de febrero de 2019
Alberto II, el rey emérito de Bélgica, sigue negándose a hacerse un test de ADN para corroborar si efectivamente es el padre biológico de la escultora Delphine Boël, fruto de un romance extramatrimonial con la aristócrata Sibylle de Sélys Longchamps. Si bien la Justicia lo obligó a someterse a una prueba, Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha recurrió legalmente esa imposición hasta que el Tribunal de Casación no emita su fallo, según explicó su abogado. El monarca, que tiene 85 años y es el padre del actual rey Felipe, ocupó el trono de Bélgica desde 1993 hasta su abdicación en 2013. Si bien reconoció tangencialmente el amorío con la madre de Boël, nunca aceptó que la artista, de 51 años, sea hija suya.