11 de febrero de 2015
Una tienda de El Salvador ofrece recuerdos con la imagen del arzobispo de San Salvador Óscar Arnulfo Romero. El papa autorizó la beatificación del religioso, asesinado el 24 de marzo de 1980 por paramilitares tras una homilía en la que reclamaba al gobierno salvadoreño el fin de las matanzas. Francisco reconoció al arzobispo como mártir, lo que facilita la canonización. Su posición política impidió por años este paso de la Iglesia. (Recinos/AFP/Dachary)