24 de abril de 2013
«En vez de discriminar, pensemos por qué la gente paga. ¿Será que somos todos responsables? La mayoría de los clientes no son jóvenes y están casados. La sociedad todavía no puede vivir la sexualidad libremente, no pueden expresar qué les gusta, qué sienten. Hay que terminar con tanta hipocresía.»