Opinión

Escándalo

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Gracias a Internet me enteré del conflicto que hay desde hace meses en Europa por el descubrimiento de carne de caballo en alimentos que supuestamente deberían estar elaborados con carne vacuna.  Lo que más me ha sorprendido, más allá de que se trata de una colosal estafa a nivel continental, es la poca cobertura que se le ha dado al hecho en Argentina. Y hay cosas de qué asombrarse con la cuestión. Por ejemplo, el ministro francés de Consumo, Benoît Hamon, indicó que «los platos preparados retirados de la venta por contener indebidamente carne de caballo no se tirarán, sino que se entregarán a asociaciones caritativas para que puedan aprovecharlos». Algo así como darles las sobras a los pobres. No existirían riesgos para la salud, pero millones de europeos estuvieron consumiendo carne de caballo sin saberlo y pagando por productos que deberían contener un 100% de carne vacuna. Todo empezó con su detección en hamburguesas, pero pronto se extendió a otros productos como lasañas, albóndigas o empanadas.
Es extraño que muchos noticieros y programas de televisión del país, que dedican horas enteras a la semana a incentivar la indignación ciudadana por cualquier pequeño acto de corrupción de algún funcionario, prácticamente no se hayan hecho eco de este verdadero escándalo que ha conmovido a toda la sociedad en Europa y que incluso ha llegado hasta Rusia.
Está bien, uno podría pensar que se debe a que ocurre del otro lado del Atlántico y no resulta de tanto interés en nuestro país. Sin embargo, se pueden ver páginas enteras de Internacionales dedicadas a cuestiones no tan importantes para nosotros como una tormenta en Estados Unidos o las elecciones en Italia. Es la misma omisión que muchos medios han hecho de la terrible crisis española, quizá con el fin de que los argentinos no hagamos inoportunas comparaciones.

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