6 de agosto de 2014
«Me inspira todo el nervio y la mala onda de Buenos Aires. Desde los kioscos que te dicen de mala manera “acá no se carga la tarjeta SUBE, no insista” hasta una vieja que tocás en el subte porque hay dos millones de personas y te mira como si la fueras a violar. Me gustan las tiras para esas estúpidas venganzas personales de cosas que nos pasan.»