11 de julio de 2014
«Yo no apruebo el desencanto en mí ni en nadie. Y menos para escribir. Yo creo que el desencanto o el escepticismo para escribir no le sirve a nadie. Ya lo decía Conrad en 1904: “Yo no sé por qué algunos escritores modernos tienen una mirada escéptica acerca del mundo. Esa mirada escéptica conspira contra el hecho de escribir”.»