8 de mayo de 2025

Estamos transitando el «Año Internacional de las Cooperativas» declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con cuatro objetivos principales, orientados a resignificar «la importancia de las cooperativas en el desarrollo sostenible y su contribución a una sociedad más equitativa e inclusiva».
Aumentar la conciencia publica destacando las contribuciones de las cooperativas al desarrollo sostenible; Promover el crecimiento y desarrollo, fortaleciendo el ecosistema cooperativo; Abogar por la creación de marcos jurídicos y políticos propicios para las cooperativas a escala global; y Fomentar un liderazgo con propósitos e ideales que involucre a los jóvenes al movimiento cooperativo, son las cuatro premisas centrales planteadas por el organismo internacional.
En este sentido debe resaltarse el concepto de la identidad cooperativa, el que de acuerdo con la definición de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) se refiere al carácter asociativo de nuestras organizaciones, a la voluntad de las personas para crear y nuclearse en entidades que den respuesta satisfactoria a las diversas necesidades económicas culturales y sociales.
Es preciso revalorizar la contribución solidaria de las cooperativas durante el flagelo de carácter universal que significó la pandemia del covid-19, período en el que desplegaron una verdadera acción de responsabilidad social en el sentido de la defensa del trabajo, de la producción y de la prestación de servicios esenciales en lo económico, en lo sanitario, en lo social y cultural para casi un tercio de la población mundial.
El gran diferencial
Divulgar los logros de nuestro modelo en diferentes realidades del mundo resulta esencial para promover la emulación cooperativista. En países tan distintos como Estados Unidos, Canadá, India o en los miembros del Mercosur, el grado de penetración socioeconómica de las empresas cooperativas es creciente. Por ejemplo, en Brasil, nuestro principal socio comercial, los asociados al movimiento cooperativo son 18 millones de personas, las entidades solidarias brindan servicios en el 57% de los municipios, y en mas de 200 de ellos, Sicredi, la mayor institución financiera cooperativa brasileña, es la única presente con servicios financieros para la comunidad.
Poner en conocimiento del conjunto de la población las amplias soluciones que proveen las cooperativas en cada lugar es uno de los llamados del Año Internacional. Así lo explica el presidente del consejo de administración de Sicredi, Fernando DallAgnese: «Es el asociado de la cooperativa quien tiene la posibilidad de beneficiarse de los resultados que él mismo ayuda a generar, además de poder participar en la toma de decisiones y ayudar a transformar y contribuir con los proyectos a su propia comunidad» Y agrega: «Uno de los grandes factores para aprovechar la expansión es el conocimiento de las personas sobre los beneficios del modelo, no solo de los asociados sino de la sociedad en general, teniendo en cuenta que la incorporación de las soluciones digitales, evolución a la que nos adaptamos y ofrecemos, beneficia la adhesión de diferentes perfiles de personas, sosteniendo que nuestro gran diferencial, es la relación, por lo que el cooperativismo invierte en alternativas digitales siempre buscando mantener la humanización y la atención directa del asociado».
Conciencia colectiva
En nuestro país, mientras se nos plantea una contrabatalla cultural desde los sectores más retrógrados del pensamiento neoliberal que busca volver a la Argentina social y económica más injusta, como aquella del Centenario en 1910, sostenemos en el marco de una tradicional y enérgica vigencia del movimiento cooperativo, pero especialmente desde nuestra propuesta y ejercicio del cooperativismo transformador, la continuación de la lucha por la construcción de una conciencia colectiva de las personas, con la responsabilidad social que siempre nos caracterizó, poniendo el acento en la ventaja adicional que significa que la existencia de las cooperativas no está en el afán de lucro, sino en el servicio social y la participación democrática de millones de usuario/as y asociado/as.
Decía nuestro recordado dirigente Edgardo Form: «Es importante resaltar que no alcanza con enumerar los principios, o hacer referencia a los valores, o recordar la historia en los actos conmemorativos y después olvidarnos de las pautas orientadoras en la gestión cooperativa concreta. Dado que vivimos en un contexto adverso, donde no predomina la solidaridad, sino la competencia despiadada y la búsqueda de la máxima ganancia, corremos el riesgo que en la conducción cotidiana de las cooperativas dejemos de lado los valores y principios y claudiquemos frente a la presión de los mercados y a los disvalores de la economía capitalista».
En ese sentido, y como homenaje a su legado, recordemos la carta del papa Francisco a los jóvenes economistas, emprendedores y emprendedoras, cuando en 2020 en plena pandemia, los convocaba a «construir la otra economía», una economía diferente, «la que hace vivir y no mata, que incluye y no excluye, que humaniza y no deshumaniza».
Volviendo a Form, vale recordar sus dichos: «Nosotros los cooperativistas también estamos construyendo la otra economía, una economía al servicio de todos y no del pequeño grupo de personas que concentra lo que recibe más de la mitad de la humanidad».
En eso estamos, como siempre, pero hoy más que nunca, adoptando la energía de despliegue y fomento que nos propone el «Año Internacional de las Cooperativas».