9 de mayo de 2013
«En mis últimos libros me vi tomado por la trama. La historia me atrapa de tal manera que recurro al diálogo para que resuelva cosas que antes resolvía el relato. Mi forma de narrar estaba cargada de imágenes poéticas, juegos de palabras. Ahora resuelvo eso con un diálogo, estoy apurado por avanzar en la trama. Voy tan al carozo que pierdo lo poético y lo extraño.»