Opinión

Ezequiel Fernández Moores

Periodista

Puerta 12 nos pasó a todos

Tiempo de lectura: ...

Estadio de River. En ese sector se produjo la tragedia, la tarde del 23 junio de 1968.

Junio es un mes festivo para nuestro fútbol. Mundiales de Argentina 78 y México 86. Cumpleaños de Leo Messi y Juan Román Riquelme. Y más. Pero también en «una tarde de junio» el fútbol argentino vivió su mayor tragedia: la Puerta 12. Más de setenta hinchas (mayoría de Boca) que murieron aplastados en una salida espantosa del Monumental, tras empatar sin goles contra River. Un Superclásico jugado el 23 de junio de 1968 –se cumplen 55 años– que también fue recordado porque, antes del inicio, Ángel Clemente Rojas, entonces un pibe habilidoso y pícaro, le robó la gorra al gran Amadeo Carrizo, arquero mítico de River.
Una tarde de junio (la tragedia de la Puerta 12), un libro de Ediciones Al Arco, es una de las mejores investigaciones en la historia de la prensa deportiva argentina. Su autor, Pablo Lisotto, periodista del diario La Nación, descubrió más muertos que la cifra oficial de 71. Y cree que hay más. Que entre los muertos hubo también hinchas de River. Y que, como anticipó el canto popular de ambas hinchadas unidas: «No había puerta, no había molinete, era la cana que pegaba con machete». Es decir, no fue una puerta cerrada ni los molinetes, sino la policía que puso sus caballos demasiado cerca de la hoy Puerta M, golpeando a los primeros, frenando a los demás, y provocando así la encerrona con los que querían salir. Una trampa mortal.
Hubo un documental (Puerta 12, 2008, de Pablo Tesoriere) y decenas de informes. Pero jamás una investigación que entrevistara a 150 testigos, indagara vidas previas, dolores posteriores y recorriera con crudeza los cinco minutos fatales. Y que hurgara además en informes policiales y expedientes judiciales para entender que la impunidad era posible en tiempos del dictador Juan Carlos Onganía. ¿Y luego qué? Siempre admiré la batalla de los hinchas de Liverpool para que se desnudara la responsabilidad policial por sus 96 hinchas que murieron asfixiados en 1989 en la cancha de Hillsborough. Libros, documentales y reclamos masivos. Y boicot al diario The Sun, cómplice cuando pretendió instalar que «the truth» (la verdad) era la que decían la policía y el Gobierno de Margaret Thatcher. Hillsborough ocurrió en una tribuna, a la luz pública. Puerta 12 sucedió en escaleras oscuras y sucias. Bajo techo. En octubre pasado, casi sufrimos nuestro Hillsborough en La Plata, gases lacrimógenos de la policía que llegaron a la tribuna, pero ese día los hinchas de Gimnasia salvaron todo con su calma. Solemos ir a la cancha caminando sobre una cornisa. Y no siempre volvemos vivos.

Investigación. El periodista Pablo Lisotto reconstruyó la historia, en un libro de reciente aparición.

Estás leyendo:

Puerta 12 nos pasó a todos