24 de septiembre de 2013
Una vez más la irresponsabilidad y las casi nulas sanciones a quienes exceden los límites de velocidad establecidos volvió a cobrarse víctimas. Esta vez, una pareja de jóvenes que circulaban en moto en el barrio de Flores. Otro joven, pero este a bordo de un auto de lujo, los atropelló después de pasar un semáforo en rojo a toda velocidad mientras iba zigzagueando. Lo peor es que huyó, los dejó abandonados y se entregó horas después con un abogado. Deberían ser rigurosos los controles psicológicos a la hora de entregar la licencia a personas que, por estar al frente de un auto poderoso, se sienten superiores a los demás.
Edgardo Cosenza
Ciudad de Buenos Aires